La presente crisis antropogénica de la biodiversidad y la crisis del agua están íntimamente ligadas. Sin agua en cantidad y calidad suficientes, los hábitats naturales y las especies que viven en ellos se marchitan.

La mayoría de los convenios internacionales y de los grandes eventos internacionales asociados a ellos, como la Convención de Ramsar sobre los Humedales, el Patrimonio Natural Mundial de la UNESCO, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y el Congreso Mundial de la UICN, nos lo recuerdan.

Resolver estas crisis significa trabajar para que las políticas de agua y biodiversidad, concebidas con demasiada frecuencia en silos, sean coherentes entre sí. Pero también hay que pasar a la acción.

La RIOC, sus Miembros y Socios recomiendan, en particular, que se planifiquen programas ambiciosos de Soluciones basadas en la Naturaleza a escala de las cuencas hidrográficas. Acumulándolos a esta escala, es posible alcanzar una masa crítica, ganar en eficacia y aumentar los múltiples cobeneficios esperados. Además de sus beneficios para la biodiversidad, las Medidas Naturales de Retención de Agua (NWRM) contribuyen, por ejemplo, a la prevención de sequías e inundaciones y a la preservación del paisaje.

Una parte de la financiación de estas medidas puede estar incluida y cubierta por los planes de gestión de las cuencas hidrográficas y los programas de inversión asociados. Pero también puede merecer la pena movilizar mecanismos de financiación innovadores, como los pagos por servicios ambientales.

La RIOC y sus socios trabajan, a través de sus proyectos y sus intercambios con las redes regionales, para promover la preservación de la biodiversidad y su financiación a nivel de las cuencas.